Santa puerta que mi senda trabas,
te imploro que no me seas un estorbo.
Mi sincero ruego es que te abras,que tu hueco permita mi avance corvo.
Santa puerta que estás cerrada,
que tu magro proceder no sea mezquino.
Te suplico que ahora mismo te abras,pues tu obstáculo ante mí es dañino.
Santa puerta que mi paso impides,
ábrete, por favor, yo te lo ruego.
Quiero pasar por ti, si lo decides,sin pedirte nada a cambio, luego.
¿Por qué razón niegas mi entrada,
y tu soberbio dintel, de arriba mira?
¿Tal vez deba decirte unas palabras para ablandar tu conducta altiva?
¿Tendré que gritarte "ábrete Sésamo"?
¿Tendré que decirte 'abracadabra’?
¿O quieres que te pinte toda a nuevo,y también te aceite las bisagras?
¿Tendré que resignarme en cruenta espera
del que ya perdió las esperanzas?
¡O abres ya tu oído sordo, de madera,o prefieres te derribe con un hacha!!
Escúchame, oh puerta, te lo pido,
ya no sé qué hacer para que te abras.
Comprende, date cuenta que estoy vivo,y cansado de aguantar puertas cerradas.
(Rubén Sada)