Todo ser viviente necesita del contacto físico para mantenerse estable, se ha demostrado que los animales que viven solitarios, sufren más enfermedades y su crecimiento es más débil. El hombre como ser viviente es el que más barreras pone en lo que se refiere, sus expresiones de afecto son muy controladas, casi siempre se encuentran ligadas a una programación como la que afecta a padres e hijos, ¡cuidado con tu papá es hombre! Entre hermanos ¡cuidado con el incesto!
Entre amigos del mismo sexo ¡cuidado con la homosexualidad!, entre otras, cabe señalar que nuestros sentir desde la infancia e incluso desde el vientre materno, son nuestros patrones de comportamiento ahora; todo esto nos separa anulando una parte de nuestra capacidad emotiva, creándonos inseguridad.
Se ha demostrado que una de las formas más importantes de contacto físico son los abrazos, un estudio realizado determinó que el ser humano necesita 4 abrazos al día para sobrevivir, 8 para mantenernos y 12 para crecer. Pero que es lo que hacemos los seres humanos en nuestra vida diaria, nos mantenemos sólo al pendiente de lo debe o no hacerse, y nos olvidamos hasta de nosotros mismos, ¿cuántas veces nos permitimos abrazarnos?
O simplemente contemplar nuestro cuerpo, a nuestros seres queridos ¿cuándo les brindamos un abrazo?, normalmente, lo hacemos en fechas especiales o ante una desgracia, empieza a expresar tu afecto hacia los demás con abrazos, verás dentro de poco tiempo se te hará un hábito y te sorprenderá los resultados que obtendrás.