Desde que ella no está aquí y no amanece conmigo falta la voz que espantaba el pensamiento sombrío
Y el propio espejo del cuarto muestra un rostro que no es mío, muestra el castigo del tiempo en este cuarto amarillo.
Esta mañana temprano Aparece otro Francisco y alguien que tiene de mi fecha de pena en domingo.
Desde que ella no está aquí y no amanece conmigo falta la voz que espantaba el pensamiento sombrío.
Y el propio espejo del cuarto muestra un rostro que no es mío, muestra el castigo del tiempo en este cuarto amarillo.
La gravedad del azogue reside en la luz y el brillo. Por eso apago la luz para cubrirme de olvido.
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