Adolfo Bécquer
Yo sé cuál el objeto de tus suspiros es. Yo conozco la causa de tu dulce secreta languidez. ¿Te ríes...? Algún día sabrás, niña, por qué: Tú lo sabes apenas y yo lo sé.
Yo sé cuando tu sueñas, y lo que en sueños ves; como en un libro puedo lo que callas en tu frente leer. ¿Te ríes...? Algún día sabrás, niña, por qué: Tú lo sabes apenas y yo lo sé.
Yo sé por qué sonríes y lloras a la vez. Yo penetro en los senos misteriosos de tu alma de mujer. ¿Te ríes...? Algún día sabrás, niña, por qué: mientras tu sientes mucho y nada sabes, yo que no siento ya, todo lo sé.
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