Mis queridos amigos:

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De Antonio Machado, para el día del poeta

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     Llevo días leyendo un viejo tomo de Antonio Machado, de Poesías Completas, del 1962, novena edición, todo escrito lleno de apuntes y un poco mutilado y es como una mina por donde las manos que lo habían minado no encontraron la vena (veta) de oro que en él se encuentra. Fue como rescatar a un niño huérfano, un algo así como un: “Lazarillo.” Y pienso que por sus condiciones llevaba mucho tiempo guardado, sin que nadie sus hojas hayan rayado. Y por consecuencias de la vida, a mis manos ha venido a parar, y yo he empezado a minarlo y a cada rato en el encuentro joyas y diamantes, oro que por mi mente jamás habían pasado. Y en proverbios y cantares en las páginas 161-65 leemos: En algunos como en el que empieza “era un niño que soñaba” lo he cambiado totalmente, pero muy influenciado por el poema de Machado, esta libertad ha sido mía, por lo tanto, aquí os dejo mi intención de poner mi vida detrás de este esquema… y sí, se trata del contenido del texto de donde he sacado todo el material para este escrito. El resto lo he dejado intacto y solo les he añadido algunos comentarios, solo eso.

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Morir… ¿Caer como gota

de mar en el mar inmenso?

¿O ser lo que nunca he sido:

uno, sin sombra y sin sueño,

un solitario que avanza

sin camino y sin espejo?

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     Es un hermoso sentimiento, oda a la vida, dime que te debo vida, por todo el castigo que de tus manos he recibido… Si nunca me quejé ante nadie, ni siquiera a Dios nada le he pedido, ni siquiera le he preguntado ni reclamado. ¿El Por qué de haber recibido tan vil castigo? Porque todo lo he sobrevivido, debe de haber algún propósito detrás de ello, ya que hace mucho debería de haberme muerto, pero lo he sobrevivido todo, increíblemente el haber sido soldado, las cárceles, los hospitales hasta el suicidio, el alcohol y las drogas. Es que cuando salgo en busca de algún viejo amigo, simplemente voy al cementerio y allí en línea a todos los encuentro. Y yo sigo vivito y coleando. ¿No sé por qué? ¡Pero esto sí, sé que desde un árbol cercano a mis oídos ha llegado el cantar de un pájaro que jamás había oído y si lo oí, Dios que no lo recuerdo! Hoy siento el fresco que refresca mi cuerpo, hoy veo como se mecen los árboles en mí paraíso, hoy lo veo todo crecer, hasta mí hermoso hijo que hoy ha decidido pasar el día conmigo y cocinarnos una cena. Tal vez estás sean las cosas que Dios me ha concedido. Sí, eso pienso… “Gracias a la vida.”

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Al espejo del fondo de mi casa

una mano fatal

va rayando el azogue, y todo pasa

por él como la luz por el cristal.

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     Y al despertar un día notamos en el mismo espejo, como el reloj nos ha consumido la vida, es como despertar de un raro sueño que no tiene marcha hacia atrás. Es que cuando nos acostamos allí yacíamos enteros y con el frío de la realidad, helados por la vana gloria, notamos en aquel reflejo del viejo espejo que ya nuestro cabello, como hoja de otoño caído y en remolinos con el viento se nos va. Camino al manantial, después al río, para pasar por algún horizonte por donde se nos pierde el destino.

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     “Yo era un niño que soñaba,”

en las mil y una bendición.

Viviendo en casa de cartón

era un gran delirio en ella

soñar con lo que Dios nunca

nos dio. Así se vivía.

Con un castillito blanco

volviendo a soñar aquella

noche, sin querer despertar.

Apenas lo había encerrado,

para poder asegurarlo

de mi sueño despertaba,

“pensando que no es verdad”

aquel castillo soñado.

“Pero de niño me hice mozo”

Y ya no volví a soñar

hasta que a la milicia ingresó.

hasta que allí se enamoró.

“¿Tú eres de verdad o no?”

Así trotamundiando dí

mi inocencia soñando

al mundo del pasado.

Me hice viejo, pensando

que no todo sueño es real.

“Y cuando vino la muerte”

que mala suerte la mía…

¡Tratando de preguntarle!

¿Si eres real o eras sueño?

¡O si de esta no despierto!

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El Poeta Rascaso

Playa de Fajardo

Puerto Rico

3-21-10