En el viento que besa mi rostro, recubro mis andares presurosa, pasos que se yerguen en la tarde que acaba y que en mi ser derrama bastos sentimientos de nostalgia y abatimiento…
Instantes de amor, melancolía y sopor, canto de palomas que duermen en las iglesias y que callan en el anochecer…
Ensueños y dicha, un clamor, una flor y el dolor alejado en los cajones del viejo mueble en el desván…
Instantes de amor, contigo, bendigo y el cielo es testigo de esta unión.
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