El destino caprichoso se empeñó en enamorar a una bella sirenita y a un viejo lobo de mar, no quisieron ver barreras se entregaron al amor hasta que la cruel fortuna del sueño los despertó.
La tierra no acepta a ella a él no lo quiere la mar, aunque con fuerza lucharon tuvieron que renunciar, los amores imposibles siempre tienen un final entre lágrimas juraron que su amor perdurará.
Como cada noche mirando a la luna triste sirenita le canta su pena, su apagada voz convierte en lamento lágrimas resbalan cayendo a la arena Dónde estás amor,dónde duermes hoy
abre tu ventana que en la brisa voy, deja que te envuelva,quiero darte abrigo, entraré en tus sueños para estar contigo dónde estás amor sé que no olvidaste
todos los momentos que me regalaste sabes que te quiero,te llevo conmigo nuestro juramento sigue estando vivo. |