Alma que vas huyendo de ti
misma
Alma que vas huyendo de ti misma, ¿qué buscas,
insensata, en las demás? Si secó en ti la fuente del consuelo, secas todas
las fuentes has de hallar. ¡Que hay en el cielo estrellas todavía, y hay
en la tierra flores perfumadas! ¡Sí!... Mas no son ya aquellas que tú
amaste y te amaron, desdichada.
Rosália de Castro
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