Supe de la neblina y salí al mundo. El miedo era un planeta extraño verte venir desde la acera opuesta toda tu luz burlando el mediodía. Yo que apuré el asfalto todo el viento del mundo reteniéndome. De qué sirve el amor qué extraña esencia nutre su llegada para que se convierta en una espera en una melodía. Calle para mis pasos y el mar que desemboca a la vuelta de tus ojos como el deseo de ser mar encrucijada. Qué luz viene de ti que me enceguece. No puedo darte la felicidad sino su anverso. Voy a decir amor trazo de sombra y no te marches. El miedo es un planeta absurdo y cierto.