LA PASCUA DE LA RESURRECCIÓN (Celebración festiva de la Redención)
3. La Solemnidad Pascual.
Los oficios pascuales propiamente dichos,
preludian el Sábado Santo,
con la Bendición del fuego y todo lo demás,
que, originariamente,
correspondía a la noche de ese día y a la madrugada del domingo;
pero la Pascua verdadera
comienza con la Resurrección de Jesucristo,
en la aurora del domingo.
He aquí cómo la anuncia al mundo católico
el Martirologio Romano:
En este día que hizo el Señor, celebramos la
Solemnidad de las solemnidades,
y nuestra PASCUA, es decir: La Resurrección de Nuestro Salvador Jesucristo,
según la carne.
En el Breviario romano, los Maitines de Pascua
son los más cortos del, año,
debido a que los eclesiásticos habían pasado en vela,
toda la noche del sábado con los oficios bautismales,
y a que era de rigor colocar los Laudes al rayar el alba,
para con ellos saludar la Resurrección. En la Edad Media, estuvo muy en boga la costumbre de
representar dramáticamente en los templos la escena de la Resurrección,
inmediatamente después de los Maitines y antes de Laudes.
Con variantes locales, el drama litúrgico reducíase a lo siguiente:
El clero y los fieles iban en procesión, con cirios encendidos en las manos,
y, a veces, con incienso y aromas,
a un cierto lugar del templo en que se había instalado un
Sepulcro imaginario.
Allí esperaban varios clérigos vestidos de albas,
representando a las tres Marías y a los.
Apóstoles San Pedro y San Juan,
a los que asociaban los niños del coro,
personificando a los Ángeles mensajeros
de la Resurrección.
Al acercarse al sepulcro,
los Ángeles preguntaban, cantando, a las Marías
Quem quaéritis in Sepulchro? -
¿A quién buscáis en el Sepulcro?
Y respondían ellas
Jesum Nazarenum.
- A Jesús Nazareno.
Contestándoles los Ángeles
Surrexit; non est hic. - Ha resucitado; no está aquí.
Y levantando el velo o sudario que cubría el,
Sepulcro imaginario,
los Ángeles se lo mostraban vacío a las Marías
y a toda la concurrencia.
Inmediatamente,
se entablaba entre ellos el gracioso diálogo
de la Secuencia Victimae Paschali laudes,
de la Misa de Pascua,
terminando el acto con el T e Deum (4). En algunas iglesias, en la Capilla llamada del Santo Sepulcro,
y cubierto con el Sudario,
se ocultaba desde el jueves Santo el Santísimo.
Sacramento; y hecha toda esa triunfante
representación escénica, se le descubría,
y se le llevaba en procesión por el interior del templo,
para festejar así la victoria de la Resurrección.
En otras iglesias se celebraba el desentierro del aleluya,
como un complemento de la ceremonia
del entierro realizada la víspera de Septuagésima;
cuya aparición se saludaba con cánticos de regocijo. Seguramente es un vestigio de estos antiguos usos populares la típica
procesión que en algunos países se celebra
actualmente todavía en la mañana de Pascua
para representar el encuentro de Jesús con la Virgen su Madre,
y los mutuos saludos de parabienes que se
dirigen por boca de algunos de los concurrentes.
De La Red
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