Dos Virtudes
Ni al orgullo ni al odio des cabida, sirve a otros, amando en abundancia, que el amor y humildad son los que alcanzan lo más bello y sublime de la vida.
El ejemplo de Cristo nos invita a amar a los demás, sin arrogancia, sin darle a nuestro hacer mucha importancia evitando lo que la envidia incita.
Lo humilde, es compañero de lo amable. Las dos virtudes van emparejadas, brindando un fruto bello y agradable. Que unidas, suelen ser sacrificadas; La uva, para dar su vino alegre, precisa por los hombres ser pisada.
Daniel Nuño
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