VIEJA LA NOCHE...
Vieja la noche, vieja, largo mi corazón antiguo.
¡Qué de brazos adentro del pecho, fríos, se mueven y me buscan, viejo amor mío!
La noche, vieja, cae como un lento martirio, sombra y estrella, hueco del pecho mío.
Y yo entretanto, ausente de mi martirio, entro en la noche, busco su cuerpo frío.
No hay luna, locos, desde hace siglos. Sólo un breve milagro cuando hace frío.
SABINES
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