Ven y tómame aunque la vida me cueste, haz de mi pasión estelas de brisa celeste; ataca mis suaves contorsiones enamoradas, aquieta mis lamentos con tu espada labrada.
Alisa las arrugas de mis aureolas latentes, devora mis pechos erectos como pétalos; manten la tensión de mis muslos complacientes, funde tu sexo explorando mi caverna ardiente.
Cierra los rincones con tu lengua quemante, atrae los vaivenes de mi zona danzante; caricias fervientes y exquisitas nos regalamos, placer del verdadero amor vence en cada tramo
Canto de los sexos en clamores húmedos, viscocidad en la pendiente de los costados; bailamos el ritmo del gemido contenido, amalgama insoluble de los enamorados.
Estallido de orgasmos en estelas de rosas, besos apasionados de bocas sedientas; cuerpos en espera de la calma placentera, almas fusionadas por siempre... renaciendo en todas las primaveras.
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