Dos añitos mi pequeño, desde aquel hermoso momento en que por vez primera mis manos te tocaron y en tu ser encontraron lo maravilloso que es vivir.
Dos añitos mi tesoro, desde que por fin cesó la espera, que pude verte sin barreras, en cada momento a toda hora.
Dos añitos que de solo verte me derrito, de que mis ojos se llenan de amor, de respirar a toda hora tu olor, de acariciarte con besitos.
Y cada día que pasa lo disfruto, entre lágrimas y sonrisas de mamá, entre besos y caricias pausadas, entre mi amor y tu ser con inocencia endulzado.
Entre mis manos y tus manitas, entre mi fortaleza y tu fragilidad, entre mis sueños y tus sueños, entre mis palabras y tu carita de felicidad.
Dos añitos mi pequeño, desde aquel hermoso momento que al verte en mi provocaron lágrimas alegres, sonrisas de mamá.
Te amo desde que te concebí, mi bebé, mi amor, mi Jeremy.

(“Y cada día que pasa lo disfruto, entre lágrimas y sonrisas de mamá, entre besos y caricias pausadas, entre mi amor y tu ser con inocencia endulzado.”)

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