MADRE BENDITA
Tiene la frente pálida y tranquila, una santa mirada en su pupila y en los labios la savia del amor; ¿quién es ella, tan noble y abnegada, que nos habla de amor en su mirada y cual nadie nos cuida con fervor?. Es la madre, la santa, la bendita, la que al pie de la cuna nos musita una dulce oración; la que todo lo aporta por su niño, la que nos llena de inmortal cariño y nos da el corazón. Tiene la frente pálida y hermosa cual si fuera del Cielo alguna Diosa llena de bendición; ella nos da salud con un abrazo, si sufrimos nos cura en su regazo del más grande dolor. Es la madre, la santa, la que llora, el verdadero llanto que devora su pecho maternal; la que cubre con besos nuestra frente, la que siempre es igual. Dichosos los que vamos por la vida, y tenemos en ella a la querida madre abnegada que nos diera el ser. Elevemos un canto a su grandeza, amémosla con toda la firmeza, que sentirá placer. Cantemos a la madre en este día; yo que tengo a la dulce, la que es mía, la bendigo con íntimo fervor; los que la lloren para siempre muerta, vayan del Cielo a la gloriosa puerta que está cerca de Dios. ¡Benditas madres que en afán prolijo, dieron toda la vida por el hijo que fue su adoración...! ¡Bendita madre que tu amor me diste, y al tenerme en tus brazos me pusiste tu eterna bendición...!.
Por... Crisanto Cuéllar Albaroa - poeta Mexicano.
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