Resuena tu adiós, en mis oídos, una y otra vez… Moja mis labios, el salado sabor, a llanto… Es que, mi alma, siente la soledad, Mi corazón, La frialdad y escases de calidez, Que me daba tu amor… ¿Tan difícil era ser felices? ¡No! Al momento de perderte me di cuenta, de lo Feliz que era junto a ti, la necesidad de verte me agobiaba, El deseo de verte me hacia caer inerte sobre mi cama, Y retomar la rutina, de ver por la ventana, Quedarme allí horas, hasta sentir el sol sobre mi cara… ¿Era caso que estoy muerta? No lo sé, Aun hasta el día de la fecha No lo sé… solo se, que no siento nada, hasta que… te recuerdo. Mi mente me muestra como un rodaje de una película, Los momentos felices junto a ti, Me saca una sonrisa, nuevamente acompañada de una lagrima… Intento levantarme, de mi estado de paracito, Lo logro con esfuerzo, cuando de nuevo, Mi memoria Regresa avisándome que ya no estás… Y nuevamente caigo a la rutina, observando cómo los días pasan Sin notar, que mi existencia sin ti, es inútil.
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