YA QUE PARA DESPEDIRME Ya que para despedirme,dulce idolatrado dueño,ni me da licencia el llantoni me da lugar el tiempo,háblente los tristes rasgos,entre lastimosos ecos,de mi triste pluma, nuncacon más justa causa negros.Y aun ésta te hablará torpecon las lágrimas que vierto,porque va borrando el agualo que va dictando el fuego.Hablar me impiden mis ojos;y es que se anticipan ellos,viendo lo que he de decirte,a decírtelo primero.Oye la elocuencia mudaque hay en mi dolor, sirviendolos suspiros, de palabras,las lágrimas, de conceptos.Mira la fiera borrascaque pasa en el mar del pecho,donde zozobran, turbados, mis confusos pensamientos.Mira cómo ya el vivirme sirve de afán grosero;que se avergüenza la vidade durarme tanto tiempo.Mira la muerte, que esquivahuye porque la deseo;que aun la muerte, si es buscada,se quiere subir de precio.Mira cómo el cuerpo amante,rendido a tanto tormento,siendo en lo demás cadáver,sólo en el sentir es cuerpo.Mira cómo el alma mismaaun teme, en su ser exento,que quiera el dolor violarla inmunidad de lo eterno.En lágrimas y suspirosalma y corazón a un tiempo,aquél se convierte en agua,y ésta se resuelve en viento.Ya no me sirve de vidaesta vida que poseo,sino de condición solanecesaria al sentimiento.Mas, por qué gasto razonesen contar mi pena y dejode decir lo que es preciso,por decir lo que estás viendo?En fin, te vas, ay de mi!Dudosamente lo pienso:pues si es verdad, no estoy viva,y si viva, no lo creo.Posible es que ha de haber díatan infausto, funesto,en que sin ver yo las tuyasesparza sus luces Febo?Posible es que ha de llegarel rigor a tan severo,que no ha de darle tu vistaa mis pesares aliento?Ay, mi bien, ay prenda mía,dulce fin de mis deseos!Por qué me llevas el alma,dejándome el sentimiento?Mira que es contradicciónque no cabe en un sujeto,tanta muerte en una vida,tanto dolor en un muerto.Mas ya que es preciso, ay triste!,en mi infeliz suceso,ni vivir con la esperanza,ni morir con el tormento,dame algún consuelo túen el dolor que padezco;y quien en el suyo muere,viva siquiera en tu pecho.No te olvides que te adoro,y sírvante de recuerdolas finezas que me debes,si no las prendas que tengo.Acuérdate que mi amor,haciendo gala de riesgo,sólo por atropellarlose alegraba de tenerlo.Y si mi amor no es bastante,el tuyo mismo te acuerdo,que no es poco empeño haberempezado ya en empeño.Acuérdate, señor mío,de tus nobles juramentos;y lo que juró la bocano lo desmientan tus hechos.Y perdona si en temermi agravio, mi bien, te ofendo,que no es dolor, el dolorque se contiene atento.Y adiós; que con el ahogoque me embarga los alientos,ni sé ya lo que te digoni lo que te escribo leo.
SOR JUANA INES DE LA CRUZ |