Me acorrala como un laberinto absurdo con una llamada desolada, con frases conocidas, y me arrastra lentamente a aquel submundo donde sonreír no cuesta nada más que un sólo roce de dolor por segundos inolvidables, por momentos que llenarán tu vida entera, encontrarás ese lugar seguro donde las palabras no duelen y no se siente la soledad.
Ese submundo donde no hay más que tú y el mundo tan pequeño, parece tan fácil dominarlo, poseer por horas esa sonrisa que espesa tu mente y te eleva, esa que entume tu rostro y te convierte en un payaso más, en un absurdo recuerdo de los habitantes de tu mundo, ya no más ese sueño de niño, de esa familia perfecta, de esas mañanas cuando te levantabas y encontrabas sonrisas reales, donde todo eso era suficiente.
Ahora no sirve intentar recrear todo ello, no sirve que se acerquen, que me hablen de un mundo mejor, no sirve que me alienten, no soy yo en realidad, soy ese zombi que crearon, que dejaron después de todo.
“Sólo un roce más, sólo un llanto de alegría, sólo tú mi amado desahogo y mi retorcido mutante que se alimenta de mis sueños y me invade de pesadillas, demuéstrame que estoy viva, demuéstrame que puedes poseer todo lo que amo…”
Ahora que la noche es más larga, ahora que el tiempo no se detiene a mirarme la cara, ahora que estás en el lugar que mereces, me desvanezco en tu mirada fría e incesante, te sientes más que yo o tan inútil como yo, seré ese recuerdo de lo rápido que la vida te puede ahogar, seré tu recuerdo de lo malo en la vida, seré tu momento más feliz, seré el dolor y la felicidad eterna, seré todo lo que tú quieres que sea, porque para eso me necesitas, para eso te apoderas de mí.
“Estoy en caída libre, llena de gracia, llena de todo lo que me dejo libre, caminas conmigo, me acompañas en esto, me sostienes de la mano, me ayudas, hoy sé que no me debes nada, sé que no tengo derechos sobre ti, sé que te estoy alejando, sé que me tienes miedo, sé que soy ese fantasma que te hiela la piel y te aterra, pero soy real, déjame demostrarte que puedo dejar de ser ese fantasma, sólo cree en mí…”
“No hay más fantasmas, sólo este túnel lleno de luz, al contrario de todos los cuentos en este sólo hay luz intensa pero fría, este es mi submundo, pero le pertenece, y puede apoderarse como yo, dejó de ser dos y se convirtió en uno, dejó de alimentar…”
Estoy donde quise estar, no hay más culpables de éste mi final, sé que pude hacer algo pero siempre supe que jamás lo haría, estoy como empecé, nada de algo que pudo ser mucho, me contuve en mi pequeño cuarto a pensar en mi submundo, porque eras tú quien me dijo una vez:
“Deja que las cosas pasen, porque no importa cuánto las detengas, siempre llegarán con más intenso dolor...”, las cosas pasaron, pero sé que pude evitarlas, porque no estás del todo en lo cierto. Las cosas pasan pero yo decido cuál de todas pasé, aún eres el susurro de todas mis palabras y el cuento eterno de mis noches, sin finales felices, sin sonrisas falsas sólo historias sin sentido de personas sin nombre.
Descripción de un momento tétrico pero real.