Se me olvidó...Mi viejo querido,
la alegría que sentía
al tenerte a mi lado.
Se me olvidó...Disfrutar tu cariño
tierno como una flor,envuelto en el calor
de un padre a su pequeño.
Se me olvidó...Acariciar tus canas
y besar tu linda frente,dejándolo por carente,
creyéndolo cosas vanas.
Se me olvidó...Que eras regalo de Dios
y no siempre te tendría,mas que sin saberlo un día dirías tu último adiós.
Se me olvidó...Que al hombre dejar de vivir
todo queda en el pasado.
¡Mas tu amor padre amado en mi nunca ha de morir.
Autor: Pablo Caballero