Pues el tiempo no para
Pues el tiempo no para, nada importa
que los días vividos aproximen
el vaso de agua amarga colocado
donde la sed de vida se exaspera.
No contemos los días que pasaron:
fue hoy cuado nacimos. Solo ahora
la vida comenzó, y, lejos aún,
la muerte ha de cansarse en nuestra espera.
Pequeña biográfia
Nacido en 1926, hijo de José de Sousa y María la piedra, una pareja de campesinos sin tierra y sin recursos económicos, José Saramago siempre identificó su carácter como proveniente de ese origen, incluso el hecho, que parecería hoy baladí si no gracioso, de que el funcionario encargado de registrar su nombre se equivocara y en vez de ponerle Sousa de apellido le colocase ese Saramago que es el nombre de una planta que crece por el Alentejo con cierta profusión, contribuyó a ello.
El premio Nobel de Literatura 1998 La Academia Sueca destacó su capacidad para «volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía».
José Saramago reúne, en el libro 'Poesías completas', versos cargados de ideas reflexivas, eróticas, políticas y visionarias. El escritor, cuyas novelas "son poesía en expansión", presenta tres obras de este género anteriores a su primera novela: 'Los poemas posibles', 'Probablemente alegría' y 'El año de 1993'.
“Algunas personas pasan toda su vida leyendo, pero nunca llegan más allá de leer las palabras en la página, no entienden que las palabras no son más que pisar las piedras colocadas a través de un río que fluye rápido, y la razón es que están ahí para que podamos llegar a la otra orilla, es el otro lado lo que importa”.
“Hay momentos así en la vida: se descubre inesperadamente que la perfección existe, que es también ella que viaja en el tiempo, vacía, transparente, luminosa y que a veces (raras veces) viene en nuestra dirección, nos rodea durante breves instantes y continúa hacia otras parajes y otras gentes”.
de la red