I
Una de las aficiones más grandes que ella tenía era la de pintar; pero no pintaba los temas cotidianos de la vida ni todo lo que sus ojos veían sino que pintaba sus sueños y sus más recónditos deseos que se revelaban sobre el papel tal como una escritura automática que venía de un mundo muy lejano y desconocido, haciéndola sentir que más allá del cuerpo, la mente y la inteligencia estaba el Alma o la Conciencia y que ésta era el Verdadero Ser... Y para ser más explícitos, fue alrededor de los 18 años cuando surgieron sus sueños y sus dibujos más insólitos... empezó a soñar y dibujar laberintos llenos de pasajes y túneles oscuros donde aparecía de vez en cuando una lucecita o una hermosa niña con una estrellita en su frente que llevaba una vela encendida señalándole el camino... Desde entonces la veíamos alternando sus estudios con una impetuosa búsqueda solitaria y secreta, porque ninguno de nosotros lográbamos entenderla bien. Pero al mismo tiempo era el inicio de su paulatina degradación porque nada de lo que ella sentía podía ser confirmado más allá de su propia experiencia ya que no encontraba ni los versados ni los textos especializados que le explicaran aquellos extraños atisbos que la acercaban a esa insospechada realidad. Entonces ya no quería terminar su carrera ni continuar con su laboriosa búsqueda, sólo quería caer presa de la muerte o de ese vacío absurdo que la ensombrecía y autodestruía; y todos aquellos tratados sobre los sueños, Arte, Alquimia, Filosofía, Psicología, Religión, etc., perdían su brillo olvidados en un rincón de su mesa de dibujo. Por eso siete años después, cuando terminó sus estudios, lejos de optar por una vida familiar o de oficina, optó por lo maravilloso y desconocido e hizo de su vida una aventura errante. Empezó a viajar y a dibujar todo lo que quería encontrar en el mundo o quería que se hiciera realidad... Las grandes montañas, los grandes ríos, los bosques, las ciudades ilustres, los lagos, los pueblos, los mares... las cúpulas de antiguas iglesias y monasterios; y sobretodo... aquella vieja casa abandonada... ¡Cómo quería encontrar las respuestas a las preguntas de su atormentado corazón! Pero lo más asombroso fue cuando vio que todo lo que dibujaba se hacía realidad. Por supuesto que al comienzo se llenó de mucho temor, de poseer tal vez la llave de un destino secreto o de haber ingresado a ese misterioso mundo del Alma o la Conciencia... Sobretodo cuando encontró aquella vieja casa abandonada a orillas del gran río... Era la misma casa dibujada con sus bellas ventanas abiertas de par en par por donde emergía una resplandeciente luz divina que se fundía con la luz de la luna reflejada en aquellas aguas tranquilas... Pero ese temor se fue desvaneciendo cuando fue comprendiendo y aceptando que todo lo que estaba sucediendo no era más que el dictado infalible de lo que su alma o su verdadero ser quería o sentía... Después de todo, ¿no era eso acaso, lo único que había anhelado durante toda su vida? "Ingresar en aquel maravilloso y desconocido mundo del Alma o la Conciencia"
II
Así fue que se quedó mucho tiempo en aquella vieja casa abandonada tratando de ordenar sus sentimientos y pensamientos, es decir, sus insólitos dibujos... porque si en verdad todo lo que dibujaba se concretaba o se hacía realidad, entonces debería tener mucho pero mucho cuidado en todo aquello que dibujaría en adelante... Ahora reflexionaría y meditaría qué es lo que realmente quería encontrar en este mundo y luego lo dibujaría. Y desde ese preciso instante en que tomó esta determinación, todo se volvió más mágico y místico que antes... porque en sus sueños, aquella hermosa niña con una estrellita en su frente le indicaba que lo único que tenía que hacer en este mundo era encontrar un guía, un guía que la llevase hasta la Gran Verdad Absoluta para que por fin pudiera comprender ese mundo del Alma o de su Verdadero Ser. De este modo definió que toda la clave de su vida, su búsqueda y su destino se resumía en encontrar a aquella niña que le mostraba claramente el camino, aquel guía y La Gran Verdad Absoluta... Y así pasaron los días, entre sus sueños y sus dibujos cada vez más extraños pero al mismo tiempo más reveladores y amados... Hasta que por fin, después de muchos intentos dibujó a la luz de una vela, el rostro resplandeciente y delicado de aquella hermosa niña que siempre llevaba una estrellita en su frente y una vela encendida en su mano... Y cuando quiso dibujar a aquel guía singular, vio muchos rostros… infinitos rostros refulgentes semejantes a miles de soles que iban surgiendo de repente en el cielo iluminando las aguas del mar por donde se deslizaba un barco diminuto hacia la otra orilla, la Orilla Sagrada hasta que se detuvo en un rostro especial, muy especial, conocido y amado desde siempre, que le sonreía, le enseñaba y la protegía... Y al tratar de dibujar la Verdad Absoluta... la vieja casa abandonada se llenó de símbolos y lenguajes extraños por todas las paredes y todos los rincones porque los dibujos que salían de su corazón y de sus sueños eran como una fiebre que la hacían delirar entre la vida y la muerte... Pero ya no sentía temor alguno porque siempre se acompañaba de la luz de una vela como si fuera aquella misma niña de sus sueños quien la acompañaba y la protegía... Y así logró dibujar su primera representación de lo que para ella en ese momento significaba la Gran Verdad Absoluta: un Círculo Mágico con dos coordenadas que señalaban las diez direcciones místicas...
- "Este es el Centro del Universo Infinito" -pensó e hizo una pequeña maqueta de la Gran Pirámide donde guardó este dibujo inconcebible... y finalmente puso a los pies de ese "Gran Sortilegio del Destino" todo su cuerpo, mente, inteligencia y alma en una sola meditación e invocación:
- "¡Lo único que quiero encontrar en este mundo es LA GRAN VERDAD ABSOLUTA!"
Al mismo tiempo que iniciaba su primera narración donde quería explicarse a sí misma todos los detalles de esos insólitos atisbos, de su maravillosa búsqueda y añorado encuentro.
III
Hoy, al leer "El Laberinto" puedo comprender mejor el sentido de la vida de esta hija mía... de sus búsquedas y encuentros... Pero lo curioso es el orden inverso en que se dieron los hechos; pues a diferencia de su cuento, sus sueños y sus dibujos, ella primero encontró a Dios como la Gran Verdad Absoluta y Su Morada Eterna como el Centro de este Infinito Universo... Pero no encontró a un Dios abstracto e impersonal que elimina nuestra individualidad, sino a una Maravillosa Persona cuyo Nombre es Krishna, poseedor de una Hermosa Forma, Atributos y Pasatiempos Trascendentales que nos invita a relacionarnos amorosamente con Él porque Él es el Dios del Amor y nosotros somos Sus hijos o Sus eternas partes fragmentarias e infinitesimales... Este es el maravilloso mundo del Alma Espiritual que es nuestro Verdadero Ser... Luego encontró a su querido Maestro Espiritual quien la está guiando en ese despertar de la Conciencia Original... Y finalmente encontró a aquella hermosa niña, que tal como estaba escrito en su primera narración, está enviando esos mensajes de Amor por todo el mundo...
Gange en Arequipa
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