UNA MAÑANA
Lejanos una mañana vi tus ojos,
lloraban por una pena, mas remedio no encontraba,
entonces confundimos nuestros labios,
y un largo y tierno beso, sano tu corazón.
Lejana una mañana sentí tu alma,
estaba afligida por una pena, mas remedio no encontraba,
entonces confundimos nuestros cuerpos,
y al unirse nuestras almas, olvidaste el dolor.
Daniela Aragunde