El tramo final de todo cierre de ciclo siempre es revelador. Es aquícuando la ilusión hace gala de su astucia y te lleva a suponer quepermanecer despierto duele y es mejor refugiarse en la aparentefelicidad de la inconsciencia. Mientras el aleccionador escenariomundial se acelera y oscurece, simulando que el camino de ascensiónse truncó, una poderosa enseñanza llega para unirnos, sentirnos yelevarnos en la bella y sabia luz del amor. Tu espíritu celebra.Bendecirás.Puede que este entorno lúgubre y febril no esté a la altura de tusexpectativas terrenales, sin embargo tu ser interno lo honra yagradece. Religar implica integrar todas las partes, sin hacerexcepciones. Estamos en el mágico salón de los espejos, en dondecada uno sana bendiciendo lo que le permitió experimentar ladualidad, pues sin esas vivencias la vida no hubiese sido tanprovechosa y profunda. Reconocer y aceptar implican crecer y sanar enla luz de la consciencia.Lo que está fuera es un fiel reflejo de cómo somos por dentro, poreso bendecir es la tarea que ahora nos llama a continuarevolucionando. Personas y circunstancias que hubiésemos queridoolvidar se vuelven a presentar para que curemos viejas heridas yganemos en comprensión. En vez de maldecir, afianzado en tu corazónbendecirás a quienes te han enseñado por medio del sufrimiento.Bendiciendo transmutamos el dolor, reinstaurando en la Tierra el reinodel amor.Aunque en estas instancias no lo parezca, el juego de la vida essupremo. Todo está dispuesto para olvidar e interactuar como sifuésemos extraños. A quien llamaste inhumano, explotador, egoísta,abusador, cruel, despiadado o hereje, fue al vivo reflejo de unaspecto inconsciente de tu Ser, que se materializó en otro cuerpopara que puedas contemplarlo en su tangible falta de amor. Despertandorecordamos por qué encarnamos, y así volvemos a religarnosamándonos.Siendo consciente de tu poder co-creador, sabrás que no hay errores.El denso velo del olvido nos arropó en una danza maestra de intensasluces y sombras, cuyos contrastes generaron la supuesta división. Fuecerrando el corazón que edificamos fronteras, inventamos banderas ytodo lo que nos llevó a soñar que la Unidad nunca existió. Ahoradespertamos, fusionándonos por obra divina en cada bendición. SomosUno coexistiendo en la gracia del amor. Bendecirás.Julio Andrés Pagano
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