Préstele
atención.
Búsquelo.
Escúchelo.
Juegue con él.
Sea
espontáneo.
Tómelo de las manos.
Haláguelo más, critíquelo
menos.
Maravíllese de sus logros.
Agradézcale.
Sea flexible.
Confíe
en él.
Mírelo a los ojos.
Comparta su entusiasmo.
Anímelo.
Espere lo
mejor de él, mas no la perfección.
Sea consistente.
Esté a su
disposición.
Disciplínelo en su momento.
Aprecie sus
diferencias.
Conteste sus preguntas.
Crea en él.
Pida su
opinión.
Escuche su música.
Pídale disculpas cuando usted se
equivoca.
¡¡Ámelo a pesar de todo!!!