Por Armando Fuentes Aguirre A los 30 años de edad murió don Juan. Muy justo a tiempo: pasada ya esa edad  cualquier don Juan se vuelve un Juan cualquiera. El ángel del Señor lo recibió y le dijo que no  podía entrar en la morada de los elegidos. -Amaste a muchas mujeres -sentenció. -Es cierto -reconoció el galán-.  En verdad las amé a todas.  Pero el que ama a muchas mujeres es que no ama a ninguna. -Entonces tampoco puedes entrar - repitió el ángel-. Al cielo no llega aquel que nunca amó. -Te equivocas -lo corrigió don Juan-.  Amé intensamente a una mujer. Y el que así ama, en esa sola mujer adora a todas las criaturas. Abrió el ángel la puerta. Con gallardo paso don Juan entró en el cielo.