Podría deshierbas los campos para que ninguna espina
pueda herirte, has entrado tan hondo,
que rebosando mi centro te expandes y retornas.
Más fácil sería desprenderme de mi
sombra que del sabor profundo
de tus labioso de las estrellas que inundan tu mirada.
Mientras me hago sustancia en
tus adentros te vas haciendo sustancia de mi mismo.
Antes que a ti, olvidare mi nombre,
y en este dulce hambre de ternura
hasta la delgada tela de tu blusa
se me hace una distancia insoportable.
Siento, que amándote, me amo y
que estos versos, eres tu, quien los ha escrito a mano.
(Mot Nilowsky)