En el transcurso de la vida voy marcando mis huellas, para no perderme jamás, y sobre todo para que puedas ver mi recorrido, aprender de mis errores y buscar tu propio camino.
Marca tus huellas para que no te pierdas, huellas que sólo los auténticos la podrán ver, no para copiarte, sino, para admirarte y construir nuevas vías al triunfo llevando en sus manos la bandera de Dios.