Envuelta entre los celos de tu indiferencia; Atrapada entre los sueños de la noche; Arrastrando un llanto que se ha vuelto perpetuo Con gritos tras tu espalda… ¿No la oyes…?
Casi asfixiada por callar, Y carcomida por sí sola entre la nostalgia De vivir amándote en cada momento... ¡Así está mi alma...!