incapaz ya de imaginar algo distinto a estar contigo.
De repente me di cuenta que te llevaba dentro de mí a todas partes
y ya nunca me volví a sentir solo, pues sabía que estabas conmigo.
Sin saberlo, desde entonces fui, era y éramos, y por amor sería,
serías, seríamos.
Éramos plural en nuestras vidas y en nuestros sueños, mucho más que
dos, unidos en la lucha sin herir nuestras individualidades, Éramos
la suma de todas las partes, caminos paralelos, pareja de emociones
y sentimientos.
Entonces, no sé en qué momento dejé de ser sólo mío, quizá cuando
tu risa como dulce melodía me inundaba de alegría y resanaba mis
heridas, o quizá cuando tus abrazos eran ya la culminación de todo
mi cariño, el camino a mi alma desnuda y sincera, libre y sin
fronteras, cuando la dicha de tenerte me parecía más que fantasía y
un beso!
Un beso era la forma de decirte, que no sabía cuándo ni por qué,
que no importaba nada excepto que realmente te amaba.