En 1970,
Wally comenzó a hornear galletitas con pedacitos de chocolate
para sus amigos.
Utilizó una receta y la preparación de su tía Della.
Durante cinco años, preparó galletitas tirando las que sobran,
aun si sus amigos le decían que debería venderlas.
Pero para Wally,
las galletitas eran solo un pasatiempo.
Su objetivo principal era ser gerente de negocios.
Un día, una amiga le dijo a Wally que conocía a alguien
que quería poner dinero para una máquina de negocios para galletitas.
Ese comentario hizo sobresaltar los pensamientos de Wally.
Conversó con algunos de sus amigos
– gente como Jeff Wall, Helen Reddy y Marvin Gaye
– y los convenció de colocar dinero.
Al principio, Wally pretendía abrir solo un negocio,
en Sunset Boulevard, solo como algo para ganarse la vida.
Pero la empresa creció rápido y más de lo que hubiese imaginado.
Pronto, “las famosas galletitas de chocolate Amos” de Wally
se comenzaron a distribuir por todo el mundo.
Wally se convirtió en el portavoz de otro producto,
incluyendo huevos y una compañía de teléfonos.
Había soñado con representar a celebridades.
Ahora era una celebridad.
A veces los sueños se hacen realidad por donde menos lo esperamos.
Así que este alerta.
Nunca se sabe cómo se desmenuzará la galletita.
Pedid, y se os dar; buscad, y hallaréis;
llamad, y se os abrirá.
Mateo7:7
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