Según la Ley del Ritmo, que vimos anteriormente, todo en la
creación tiene un movimiento orbital de rotación, lo mismo partículas
subatómicas, que astros y galaxias. Con la “Ley de la vibración” ahora complementamos lo anterior: “Nada esta inmóvil, todo se mueve,
todo vibra”. Además nos da una clave importante para
comprender la existencia de las distintas dimensiones: “la velocidad del giro
define las características de manifestación”
Para comprender esto en una forma sencilla observemos el
movimiento de una rueda. Si esta gira lentamente, nos dejara apreciar su forma
física. Si aumenta la velocidad, se comenzara a oír una nota baja, que ira
subiendo gradualmente en la medida en que la velocidad aumenta. Cuando sobrepasa
la nota mas alta que el oído humano puede escuchar, hay un silencio profundo.
Pero, conforme aumenta mas la velocidad, el sonido se volverá color y paso a paso se hara visible todo el espectro,
desde el rojo hasta el violeta. Si la rueda se acelera mas todavía, se alcanzara
la no percepción de rueda alguna, y solo se captara una total inmovilidad.
Tu mismo, como holograma del universo, eres energía en vibración.
Tu cuerpo físico, tus emociones, pensamientos y hasta tu espíritu son solo
distintas frecuencias, u octavas, de esa energía que tu eres. En ti están
representadas todas las dimensiones que existen, que difieren entre si solo en
el grado.
Pertenecer a una dimensión determinada significa tener la
frecuencia de vibración correspondiente a esa realidad. Cuando la velocidad de
giro por algún motivo se acelera, una vez traspasado el punto critico que separa
las dimensiones, ocurre una rotunda transformación, y las características de
manifestación cambian. Por ejemplo: si la frecuencia en que vibra nuestro
planeta subiera hasta un determinado punto, este dejaría de ser un mundo de
tercera dimensión, y se convertiría en uno de cuarta o quinta dimensión. Y en el
proceso desde luego arrastraría consigo a toda la vida que sostiene.
En su rumbo cósmico nuestro sistema solar se mueve ahora hacia un
acercamiento gradual al centro galáctico. Por ello energías de una frecuencia
altísima, procedentes del sol central, están ahora impactando nuestro sol, y
desde allí viajan hacia la Tierra. Los efectos de estas energías están haciendo
las veces de acelerador de partículas, y el aumento de nuestra vibración es ya
mesurable. En nuestro mundo el magnetismo ha caído en una forma dramática,
mientras que las frecuencias suben mas cada día, en correspondencia con esto
también el factor tiempo se acelera.
Es posible que estemos ya en camino hacia a una experiencia
extraordinaria que la estirpe humana no conoce: un cambio dimensional
planetario. Si así fuera, no hay nada que temer. Solo significa que veremos lo que nadie ha visto hasta
ahora. Pensaremos y comprenderemos cosas que antes no nos era posible pensar o
comprender. Implica que las frecuencias mas bajas como: miedo, o limitación se
derrumbaran y comenzaremos a vivir la unión con nuestro espíritu y con el
espíritu de todos los demás. A este siguiente escalón evolutivo le han dado el
nombre de “ Ascensión” o “Iluminación”. Significa que la promesa hecha al hombre
será cumplida, porque: “en menos de un parpadeo tendremos un nuevo cielo y una
nueva Tierra”.