Fui a la clínica del Señor a hacerme una revisión de
rutina y constaté
que estaba enfermo:
Cuando Jesús me tomó la presión, vio que estaba bajo de
ternura.
Al medirme la temperatura, el termómetro
registró
40º de
ansiedad.
Me hizo un electrocardiograma y el diagnóstico fue que
necesitaba varios by pases de amor,
porque mis arterias
estaban bloqueadas de soledad y no abastecían a mi corazón vacío.
Pasé a
ortopedia, ya que no podía caminar al lado de mi hermano, y tampoco podía dar un
abrazo fraternal porque me había fracturado al tropezar con la
envidia.
También me encontró miopía, ya que no podía ver más allá
de las cosas negativas de mi prójimo.
Cuando me quejé de sordera, Jesús me diagnosticó que
había dejado de
escuchar su voz cada día.
Es por esto que hoy Jesús me ha dado una consulta
gratuita y gracias a su gran misericordia, prometo que al salir de esta clínica
tomaré solamente los medicamentos naturales que me recetó a través de su
verdad:
Al levantarme,
beber un vaso de agradecimiento
Al llegar al trabajo,
tomar una cucharada de paz
A cada
hora,
ingerir un
comprimido de paciencia
y una copa
de
humanidad
Al llegar a casa,
inyectarme
una dosis de amor
Y antes de acostarme,
tomar dos cápsulas de conciencia tranquila
No te deprimas ni te desesperes
ante lo que estás viviendo hoy.
Dios sabe cómo
te sientes.
Dios sabe perfectamente
qué es lo que está permitiendo en tu vida,
justamente en estos momentos
El propósito de Dios para contigo es admirablemente
perfecto.
Él desea mostrarte muchas cosas que solamente comprenderías estando en
el lugar donde actualmente estás ahora y en la condición que vives en dicho
lugar.