No hay dificultad que no pueda ser conquistada con suficiente amor...
No hay mal que no se pueda curar con suficiente amor.
Ninguna puerta que no se pueda abrir con suficiente amor.
Ningún golfo que no pueda ser atravesado con suficiente amor.
No hay muro que suficiente amor no pueda derribar.
Ni pecado que suficiente amor no pueda redimir.
No hay diferencia en cuan profundamente asentada pueda estar la dificultad, qué tan desesperada sea la perspectiva o cuan embrollada parezca estar la confusión.
Tampoco importa cuan grande sea el error.
Una suficiente realización de amor lo disolverá todo.
Y si pudieras amar lo suficiente serías la persona más feliz y poderosa del mundo.
La noche quedó atrás, un nuevo día se asoma en tu horizonte de ventura. En lo que fuera llanto, hay alegría en lo que fue rencor, hoy hay ternura.
Ya eres otro. Bajo el conjuro de la palabra "Amor" te has superado. Todo es más noble en ti. Todo es más puro, porque todo de amor se te ha llenado.
¡Amar y solo amar! Esa es la clave que mueve al universo, a la vida. Lo duro de la senda es más suave si tú puedes decir: "Ama y olvida".
Amar a Dios, a ti, al mundo entero. A los que tú conoces, al extraño, al rico, al poderoso, al pordiosero, al que te da la paz o te hace daño.
¡Tú ya eres otro!, porque has podido arrancar la cadena que te ataba a tu eterno "Imposible", y has sabido trasponer el dolor que te agobiaba.
Llena tu mente de las cosas buenas, de las cosas positivas que construyen y deja en el ayer todas tus penas, las negaciones que todo lo destruyen.
Tu hogar será de dicha, y en los tuyos hallarás el "Por qué" de tu camino. Y todo para ti será de orgullo, y tus hijos tendrán otro destino.
Y tú que eres soltera, buscarás, no al hombre que halague tus sentidos, sino al alma que te comprenda más, porque el alma hace al hombre y no el vestido.
La noche quedó atrás. Un nuevo día se anuncia en el dintel de tu ventana. Ya no dejes que escape tu alegría ni que vuelva el ocaso a tu mañana.
Ya no vivas de ayeres, de lamentos. Ya no suenes tu nota discordante. Piensa siempre en todos tus momentos, ¡que la vida comienza a cada instante!