El Rey recibió como obsequio dos pichones de halcón y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara. Pasados unos meses, el instructor comunico al rey que uno de los halcones estaba perfectamente educado, pero que al otro no sabía lo que le sucedía: No se había movido de la rama desde el día de su llegada a palacio, a tal punto que había que llevarle el alimento hasta allí.
El Rey mando a llamar curanderos y sanadores de todo tipo, pero nadie pudo hacer volar al ave. Encargo entonces la misión a miembros de la corte, pero nada sucedió. Por la ventana de sus habitaciones, el monarca podía ver que el pájaro continuaba inmóvil.
Publicó por fin un bando entre sus súbditos, y, a la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente en los jardines. Traedme al autor de ese milagro, dijo. Enseguida le presentaron a un campesino. Tu hiciste volar al halcón? Como lo hiciste? Eres mago, acaso? Entre feliz e intimidado, el hombrecito solo explico:
No fue difícil, su Alteza: solo corté la rama. El pájaro se dio cuenta que tenía alas y empezó a volar"
La noche quedó atrás, un nuevo día se asoma en tu horizonte de ventura. En lo que fuera llanto, hay alegría en lo que fue rencor, hoy hay ternura.
Ya eres otro. Bajo el conjuro de la palabra "Amor" te has superado. Todo es más noble en ti. Todo es más puro, porque todo de amor se te ha llenado.
¡Amar y solo amar! Esa es la clave que mueve al universo, a la vida. Lo duro de la senda es más suave si tú puedes decir: "Ama y olvida".
Amar a Dios, a ti, al mundo entero. A los que tú conoces, al extraño, al rico, al poderoso, al pordiosero, al que te da la paz o te hace daño.
¡Tú ya eres otro!, porque has podido arrancar la cadena que te ataba a tu eterno "Imposible", y has sabido trasponer el dolor que te agobiaba.
Llena tu mente de las cosas buenas, de las cosas positivas que construyen y deja en el ayer todas tus penas, las negaciones que todo lo destruyen.
Tu hogar será de dicha, y en los tuyos hallarás el "Por qué" de tu camino. Y todo para ti será de orgullo, y tus hijos tendrán otro destino.
Y tú que eres soltera, buscarás, no al hombre que halague tus sentidos, sino al alma que te comprenda más, porque el alma hace al hombre y no el vestido.
La noche quedó atrás. Un nuevo día se anuncia en el dintel de tu ventana. Ya no dejes que escape tu alegría ni que vuelva el ocaso a tu mañana.
Ya no vivas de ayeres, de lamentos. Ya no suenes tu nota discordante. Piensa siempre en todos tus momentos, ¡que la vida comienza a cada instante!