El Rey Absoluto
Mi Jesucristo Señor
gracias porque me salvé
del pecado que dejé
cuando del mal fui cautivo
y me perdí en el camino
que hasta de ti, me olvidé.
En tu ejemplo me inspiré
con la fe que me inculcaste
y todo lo que enseñaste
más el espíritu santo,
hizo que te amara tanto
que junto a ti regresé.
Puedes recoger mi lágrima
ya convertida en sonrisa,
puedes hacer que mi prisa
nunca se convierta en lágrima.
Por ti volví al agua mansa,
tú me tendiste tu mano,
me sacaste del pantano,
me otorgaste tu confianza.
Por tu corona de espinas
en la cruz del sacrificio,
porque viviste el suplicio
para entregarnos la paz,
porque llevas la verdad,
porque por ti sólo existo,
tú eres el rey Jesucristo
de toda la humanidad.
Autora: Jenny Durán