INVOCACIÓN
Levanta tu voz, al vuelo de tus besos congelados en el albor de mis recuerdos y sintoniza
el murmullo de la algarada de mi alegría. Despierta de tu silencio dormido en la
nostalgia de mis amores y bebe del cántaro de mis abrazos que acicala la sorpresa
de traer consigo mi aprecio y mi consuelo de ver tus ojos color de cielo.
Agita tus manos sedientas del sabor de mis agrestes líneas de pasión depositadas
por las llanuras de tu mirada celestial y así callas la ausencia de tu nombre por la
estancia de mi rostro. Iza con ímpetu los estandartes que definen mi respeto por
tu acaramelada amistad que sostiene la franqueza de mis latidos
alimentados del mar de tu entusiasmo.
Alumbra con fuerzas esas córneas que me hacen ver que te trasfiguras
en el sabor de la grandeza de la creación cuando te empeñas en excavar túneles
dentro de mi alma. Rompe el silencio con lo que te apetezca poner en el
Olimpo escondido en tus labios donde refresco mi sediento querer.
Libera tu danzante pensar en las ráfagas de mi fe para anudar el esplendor
sónico que dibuja grávidamente la tormenta de mi amor en el velo cautivo de tu existencia.
Déjame oír tu voz y encauzar mi sentimiento resumiendo la esencia de mi afecto en
la melodía veraz que une mi pecho con lo más refinado que he visto a la luz
de mis lágrimas: el fuego de tu amor alumbrando como hoguera a
mi escaramuzado corazón.
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