Es placer en c’hay dolores,
dolores en c’hay alegría,
un pesar en c’hay dulçores,
un esfuerço en c’hay temores,
temor en c’hay osadía;
un placer en c’hay enojos,
una gloria en c’hay pasión,
una fe en c’hay antojos,
fuerça que hacen los ojos
al seso y al coraçón.
Es una catividad
sin parescer las prisiones;
un robo de libertad,
un forzar de voluntad
donde no valen razones;
una sospecha celosa
causada por el querer,
una rabia deseosa
que no sabe qu’es la cosa
que desea tanto ver,
Es un modo de locura
con las mudanças que hace:
una vez pone tristura,
otra vez causa holgura,
como lo quiere y le place;
un deseo que al ausente
trabaja, pena y fatiga;
un recelo que al presente
hace callar lo que siente,
temiendo pena que diga.
Fin
Todas estas propiedades
tiene el verdadero amor;
el falso, mil falsedades,
mil mentiras, mil maldades
como fengido traidor;
el toque para tocar
cuál amor es bien forjado,
es sofrir el desamar,
que no puede comportar
el falso sobredorado.
JORGE MANRIQUE