Breve historia del Carnaval de Málaga
El Carnaval de Málaga atraviesa varias etapas a lo largo de su historia. Es a principios de siglo cuando esta fiesta goza de su máximo esplendor. La gente esperaba con entusiasmo la llegada del mes de febrero, y con él, unos días de alegría, buen humor y rienda suelta a la imaginación. Aguardaban ansiosos para ver desfilar por calle Larios y sus alrededores esos suntuosos carruajes y coches de caballos lujosamente engalanados para la ocasión, y como no, para poder ver y oír al más destacado personaje de la época, aún recordado después de más de sesenta años de silencio, y que en 1998 se cumple el centenario de su nacimiento y 40 años de su muerte. No es otro que Diego Villalba Jiménez "El Bollero".
Con el comienzo de la Guerra Civil española, se abre un período de "sequía" carnavalesca excesivamente largo en nuestra ciudad. Franco prohíbe las fiestas de Carnaval en todo el territorio nacional y en todas sus manifestaciones. La fecha que más se acerca a esta desaparición es la del 3 de febrero de 1937, en la que el Ministerio de Gobernación suspende toda actividad relacionada con la fiesta de Momo.
Y así, con las coplas y los disfraces guardados en el desván, esperando tiempos mejores, pasan más de cuarenta años, hasta que, en 1978, la Peña Los Angeles, de la mano de su presidente Manuel Cortés Gallego, decide recuperar la fiesta que tanto color dio a Málaga en tiempos pasados. Es entonces cuando José Manuel Millán, Julián de la Maza, José Romero y Ángel Romero (socios de dicha peña), deciden investigar acerca del antiguo Carnaval malagueño, recopilando datos y coplas casi desaparecidas, recuperando una fiesta que nunca debió perderse. De este intento de resurgimiento del Carnaval de Málaga nace la murga "Los Maomas sin H", punto de salida de lo que hoy en día es el Carnaval que actualmente conocemos.
Fragmento de mi libro "Anales del Carnaval de Málaga 1979-1997