El carnaval ha sido siempre asociado a la alegría, el colorido y la participación
multitudinaria. Tiempo de expansión y de júbilo compartido con los demás, que expresa
una tradición universal que se asimila y se transforma en cada
comunidad que lo practica. En ese sentido, las posibilidades que ofrece nuestro país son
variadas y disímiles, acorde con su geografía múltiple y la pluralidad cultural de sus habitantes.
Litoral
Corrientes
La ciudad de Corrientes, "Capital Nacional del Carnaval", lleva a cabo una festividad
similar a la de su par brasileño, con gran despliegue de trajes, desfiles, imponentes carros
alegóricos, bailes en las calles céntricas de la ciudad y espectáculos
especiales en el Anfiteatro Municipal. Tales festejos se remontan al siglo XIX, cuando
la población negra de Corrientes
homenajeaba a San Baltasar. Además de la capital provincial, la fiesta tiene
relevancia en las ciudades
de Paso de los Libres, Santo Tomé, Goya, Esquina, Bella Vista, San
Roque y Empedrado. Para obtener más información sobre el carnaval correntino, el acceso a
la ciudad y la provisión de servicios, consulte a la Subsecretaría de Turismo de la Provincia.
Entre Ríos
La costumbre de los festejos correntinos se trasladó a la vecina Entre Ríos,
donde se arraigó en varias localidades como Victoria (denominada "Capital Provincial del
Carnaval"), Concordia, Concepción del Uruguay,
Gualeguay y Gualeguaychú, esta última considerada –en la materia– como el
centro más grande de la provincia. Al igual que en Corrientes, las diferentes comparsas entrerrianas compiten
entre sí para obtener el triunfo.
Un jurado especializado evalúa diferentes aspectos de cada una: pertinencia del
tema elegido, diseño e imagen, iluminación, vestuario, música y coreografía. Para más información sobre las celebraciones en diferentes localidades, consulte en la
Subsecretaría de Turismo de Entre Ríos.
Noroeste
Jujuy
A modo de prólogo, a comienzos de febrero en diferentes localidades se entonan
las primeras coplas en los jueves de compadre y de comadre (para hombres y mujeres,
respectivamente, y con una semana de diferencia). Posteriormente
y tras las ofrendas a la Pachamama, con la participación de comparsas (con
máscaras) y público (sin ellas) tiene lugar el "desentierro" del carnaval, en un mojón
regado con bebidas y al que se arrojan hojas de coca y cigarrillos encendidos.
Tal ritual en torno al diablo carnavalero se apoya en la creencia de que el sol rojo
fecunda a la Madre Tierra, dando origen a semillas, raíces, troncos, follajes y frutos de
la región.
El festejo, encabezado por bastoneros que encarnan al diablo con máscaras
y trajes coloridos, se acompaña con talco en el rostro, hojas de albahaca
en las orejas, serpentina, papel picado y bailes que congregan a toda la
comunidad. El Domingo de Tentación se
vuelve a enterrar al diablo, que permanecerá oculto un año. Los festejos
más renombrados son los de la Quebrada
de Humahuaca, destacándose además en Tilcara la realización de
Fortines (organizados por familias tradicionales y en lugares cerrados). Para conocer el calendario del carnaval jujeño por localidades, consulte a la
Secretaría de Turismo de la Provincia de Jujuy.
Salta
En el Valle Calchaquí después de las corridas y juegos con agua, los carnavaleros
estilan a reunirse para almorzar comidas apetitosas y generalmente abundantes. Tras
reparar fuerzas, se reinician los preparativos con el cambio de ropas mojadas y, en alarde,
se cambia el montado para lucir caballo fresco y brioso, mientras se entrecruzan bromas
e ironías. Luego comienza el baile que se intercala con tiradas de harina, papel picado
y el contrapunto de coplas que alude a temas como el amor, el cortejo, la broma hacia
el otro, con intenciones eróticas picarescas. Los festejos provinciales más célebres tienen lugar en Campo Quijano, San Carlos y
San Antonio de los Cobres. Para conocer detalles de su realización, consulte
al Ministerio de Turismo de Salta.
Ciudad de Buenos Aires
Comenzó a celebrarse en el siglo XVII en una síntesis del legado español y la
cultura africana aportada por los esclavos negros. Originalmente organizado
en casas particulares, se trasladó luego a clubes barriales. Las primeras comparsas y
corsos (con la posterior incorporación de carruajes alegóricos) datan de fines del XIX.
A partir de 1915 surgieron las murgas, más grotescas y picarescas que las comparsas.
En 1997 la Legislatura porteña declara estos festejos como Patrimonio Cultural
de la ciudad, la que se convierte en la única jurisdicción con feriados alusivos. Para conocer la programación correspondiente, direccione su consulta
a la Ciudad de Buenos Aires.
Cuyo
La Rioja
"La chaya" (voz que deriva del quechua challay que significa:mojar o rociar) es
una fiesta ancestral y popular, muy ligada al carnaval, que tiene
sus raíces en el mestizaje indo–español que ya existía en la América precolombina. La variante riojana reconoce como principal protagonista al pusllay o pujllay, muñeco de
trapo de tamaño natural con cabeza canosa
. Esta criatura "nace" el sábado anterior al carnaval y su entierro tiene lugar
el domingo de cenizas. Hoy la chaya se festeja durante el fin de semana cercano al 15 de febrero, con harina
y agua, regada con buen vino y aire perfumado de albahaca en todos los barrios donde
se realizan los tradicionales "topamientos" entre familias, presididos por el compadre
y la cuma, bajo el reinado del pujllay. Puede ampliar esta información con la proporcionada por el Municipio de La Rioja.