MI CABALLERO
Por las mañanas Mi pequeñuelo Me despertaba Con un gran beso.
Puesto a horcajadas Sobre mi pecho, Bridas forjaba Con mis cabellos.
Ebrio él de gozo, De gozo yo ebrio, Me espoleaba Mi caballero:
¡Qué suave espuela Sus dos pies frescos! ¡Cómo reía Mi jinetuelo! Y yo besaba Sus pies pequeños, ¡Dos pies que caben En solo un beso!
José Marti
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