A veces estamos solos o solas, y nadie se nos acerca. Basta que empecemos una relación, para que se nos acerquen buscando tener algo con nosotros. Pero ¿por qué será?
Mi teoría es simple. Cuando estamos en una relación saludable, nos sentimos plenos, nos sentimos dichosos, nos sentimos que brillamos. Nos sentimos felices y nos sentimos alegres. Y por supuesto que los que nos rodean se dan cuenta, y se deslumbran con el brillo.
Cuando estamos sol@s, y desdichados por estar en soledad, rumiando nuestra desesperación y tristeza, por el otro lado, nos rodea una penumbra y una sombra. Y los que nos rodean también se dan cuenta.
Y qué prefiere la mayoría de las personas? Estar al lado de una fuente de alegría y luz, o estar al lado de una fuente de tristeza y sombras?
Y es que a veces es difícil salir de las tinieblas, y sacudirse todas esas malas vibras, pero no es imposible. Sólo hay que tener un poco de determinación, fuerza de voluntad, dignidad y paciencia, recordando que el tiempo es el mejor remedio…
Y esto no es nuevo, es un poco lo que dice el libro de “El Secreto“, con sus leyes de atracción.