JUEVES SANTO
El Jueves Santo abre el Triduo Pascual con la Eucaristía vespertina porque así como la Cena del Señor marcó el inicio de la pasión mientras Jesús se encamina a la donación de su vida en sacrificio expiatorio para la salvación del mundo, establece su mediación objetiva en el rito de la nueva alianza, y releva su inmensa caridad, que es la base de su pasión y de su muerte.
La Eucaristía, símbolo y fuente de caridad, sugiere una respuesta de amor agradecido mediante la adoración del Santísimo Sacramento hasta la medianoche, cuando comienza la memoria de la pasión y de la muerte.
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