CADA POEMA UN PARTO
Son muchedumbre en rebelión las sombras
cuando me agita una sensación de lados sueltos
que por miedo a las prisiones de la forma
no encuentra cierre al ensayar el gesto.
Y devienen sigilosas impaciencias
pintando auras de arrebato a mis temores
y el pensar navega en turbulencias
al no hallar la luz de buenos soles.
No es fácil ordenar a los enjambres
de indecisiones en pesado cargamento
que hostigan de la conciencia el engranaje
y la distraen del olor a buen incienso.
Si no se visten con buen gusto será vano el intento
de plasmar las ideas por estar mal arropadas
pues surgirá fantasía sin estilo
como siempre que la mente no discurre y sí divaga.
La mano debe esperar paciente el trazo
que nunca arriba con la puntualidad que es esperada
ya que antes debe ir al punto en donde yace
la inspiración sin velos para no actuar mal hilvanada.
Y de tanto buscar los tiempos se van indiferentes
porque el contorno pasea en laberintos
poblados de enigmas fantasmales
que no dan tregua a la duda hacia uno mismo.
Sólo si hay impulso de moldeada artesanía
salta de su letargo la máscara del tema
dejando obrar en libertad a la armonía
y grita su crisis en el parto lo que nace ya como poema.