Con el alma desnuda
me siento tan vulnerable,
que tan fácil es hacerme reír
como las lágrimas
por mis mejillas resbalar,
¿cómo se llega a estar así?
¿qué poderes tiene la vida
para hacerte feliz
y a la vez
que sufres, sentir?
Como una gaviota
que entre la niebla vuela,
buscando con ahínco
su cálido nido,
no desespera
pero el miedo,
el desconsuelo,
atenazan
su pequeño corazón,
así me siento yo.
Rayos de sol,
que iluminan
un destino incierto
entre las tinieblas del alma,
la sinrazón de la razón
dominar,
y conseguir olvidar
lo que por ignorancia
quise ser,
y a la vez creer
que no sólo carne
soy.
Pues, en mi interior,
vibra otro yo,
inalcanzable cuando vuela,
que desde lo alto me mira
con aire burlón,
se ríe
de mi estupidez,
de mi cobardía,
de mi loca manía
de soñar despierto.
Y, ¿qué puedo hacer
cuando la tristeza
quiere embargar mi ser?
soñar, sólo soñar,
que el bosque es azul,
y amarillo el mar,
que no existe el temor
porque en mis sueños
brilla la luz de las estrellas.
D/A