Quiero amarte sin cadenas,
sin ataduras, con absoluta libertad,
que no sea una obligación,
que tan solo sea un sentimiento,
salido del corazón.
Quiero amarte despacio, sin prisa,
dando tiempo al tiempo y espero
que no corra el viento o la brisa
para detener las horas a tu lado,
para poderte amar como yo quiero.
Quiero que seas mía,
en la tarde, en la noche, en la mañana,
quiero oír tu nombre, amada mía,
quiero susurrártelo, Oh, Juliana.
Quiero que seamos uno,
cuando salga la blanca luna,
quiero de ti, toda esa dulzura,
que unes en forma bella con tu ternura.
Quiero que esto sea eterno,
no un simple amor casual,
quiero estar en tu ilusión,
amarte porque me amas,
y que vivas... en mi corazón.
© Gerardo Cordero Masís
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