El recuerdo y sus malas jugadas
El recuerdo me impide dejar atrás tu rostro bellísimo, y tu boca donde el mundo se abre como un cáliz profano. Si la memoria no fuese tan terca, yo te habría vencido. Pero el recuerdo es áspero enemigo: es fuerte como fuerte la desdicha, como fuerte el amor. Y aún en mis manos la huella de las tuyas se dibuja con dulzura tenaz, si por unos momentos el vino o la añoranza me hacen pensar en ti.
JOSEFA PARRA
|