En medio de todo, puedes comprenderlo. Un poco. Bueno, muy poco. A fin de cuentas (y, sobre todo, para los hombres) comprometerse con una pareja no es fácil. Significa enfrentar el temor de un cambio en nuestra vidas, o quizás hasta el miedo de repetir una situación amorosa no muy grata que digamos (en la vida real los -y fueron felices toda la vida- no abundan). Este miedo es natural, pero hay a quienes la sola mención de la palabra compromiso ¡los paraliza! (si no es que salen corriendo despavoridos). ¿Qué les pasa? Que padecen de fobia al compromiso.
¿Quiénes son los "fóbicos" del compromiso?
El sicólogo Daniel Goldstine los llama "los amantes que bailan solos". Estos hombres (¡y muchísimas mujeres!) creen que quieren establecer relaciones sólidas, pero en realidad su vida está gobernada por un enorme miedo a la intimidad. Frecuentemente son románticos y seductores, pero cuando alguien se acerca demasiado... se alejan a bailar por separado.
Los fóbicos del compromiso "lo sepan o no" viven en constante conflicto: gritan que necesitan intimidad, pero en cuanto la encuentran salen huyendo; tienen miedo de ser abandonados, pero al mismo tiempo temen sentirse atrapados.
¿Cómo reconocer a un "fóbico" del compromiso?
Según Steven Carter y Julia Soko, autores de Man Who Can´t Love, una persona con fobia al compromiso repite ciertos patrones:
Al principio de la relación parece vulnerable y frecuentemente está más interesado en ti que tú en él.
Hace hasta lo imposible por conquistarte. Sí, absolutamente ¡todo! Eso incluye regalos, serenatas, súplicas y ¡hasta llantos!
Presiona para que tú te comprometas con él. Paradójicamente, el fóbico del compromiso ¡quiere que lo adores!
Y en cuanto lo consigue... da marcha atrás y acelera a fondo, porque lo invade una enorme ansiedad de sentirse atrapado; algo así como una especie de claustrofobia amorosa. A partir de ahí comenzará a poner límites al tiempo que pasan juntos, encontrará fallas, en la relación o en ti, que no puedes cambiar (por ejemplo, de pronto le parecerás demasiado baja o alta) o señalará sus propios defectos para que seas tú quien decida separarse.
Y si te alejas... probablemente volverá a la carga, porque su nivel de ansiedad habrá bajado y súbitamente te volverá a encontrar atractiva. El problema es que cuando te acerques de nuevo, seguramente la historia se repetirá. En una palabra, la máxima del fóbico del compromiso es: ni contigo, ni sin ti.