Confiada en tí quedé,
y mil llantos han surgido, porque la duda del querer, no es sino un gran sacrificio.
Confiada en tí quedé, y las palabras en tí guardé; pero con el tiempo aprendí, que hay que saber el destino.
Confiada en tí quedé, y me di cuenta de cuánto fallé, porque no existe peor destino, que la imprudencia y el desatino.
Confiada en tí quedé, y aunque dolorosa, lección fue; porque ya no soy quien era, y mis palabras guardo bien.
Confiada en tí quedé, mas tras las huellas de la duda, y tras el dolor de mucho perder, tomo el silencio y la lucha, de nunca más volver a caer.
Autora: Rosa Mª
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