Mi alma habló
Mi alma me hablo y me enseño a amar lo que el pueblo aborrece y a proteger lo que denigra. Mi alma me mostró que el amor se enorgullece no sólo del ser que ama sino sino también del amado.
Antes de que mi alma me hablara, en mi corazón el amor era como una delgada cuerda ajustada entre dos clavijas pero ahora el amor se ha transformado en un halo cuyo comienzo es el final y cuyo final es su comienzo.
Rodea a todos los seres y se difunde lentamente hasta abrazar todo lo que existe. Mi alma me advirtió y me hizo percibir la belleza oculta de la piel, de la forma y del matiz. Me enseño a meditar sobre lo que la gente llama feo hasta que aparece su verdadero encanto y deleite.
Antes de que mi alma me aconsejara, para mí la belleza era una antorcha temblorosa entre columnas de humo. Ahora que se desvaneció el humo no veo sino la llama.
Mi alma me habló y me hizo oir voces que no pronuncian la lengua, la laringe ni los labios. Antes de que mi alma me hablara yo no oía mas que gritos y gemidos. Pero ahora, ansiosamente puedo oír el silencio y escucho sus coros cantando los himnos de los tiempos y los cánticos del firmamento, que anuncian los secretos de lo oculto.