El Cuento de la Fresa
Un rey fue hasta su jardín
y descubrió que sus árboles,
arbustos y flores se estaban muriendo.
El Roble le dijo que se moría
porque no podía ser tan alto como el Pino.
Volviéndose al Pino,
lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid.
Y la Vid se moría
porque no podía florecer como la Rosa.
La Rosa lloraba
porque no podía ser alta y sólida como el Roble.
Entonces encontró una planta,
una Fresa, floreciendo y más fresca que nunca.
El rey preguntó:
—¿Cómo es que creces saludable
en medio de este jardín mustio y sombrío?
Quizás sea porque siempre supuse
que cuando me plantaste, querías fresas.
Si hubieras querido un Roble o una Rosa,
los habrías plantado.
En aquel momento me dije:
"Intentaré ser Fresa de la mejor manera que pueda."
Ahora es tu turno.
Estás aquí para contribuir con tu fragancia.
Simplemente mírate a ti mismo.
No hay posibilidad de que seas otra persona.
Podéis disfrutarlo
y florecer regado con tu propio amor por ti,
o puedes marchitarte
en tu propia condena...
jorge bucay